Tal vez una de las más grandes satisfacciones que pueda sentir una
persona, es luego de una disertación de cualquier tipo o naturaleza,
luego del discurso o ponencia, es cuando obtiene lo más importante en los
oyentes... => Que piensen como él.
Si logras ese grado de comunicación, en ese momento te sentirás fuerte, con
dominio, con poder, mucha satisfacción, inmensa alegría y una emoción que te invade por completo.
Esas son las mieles que puedes saborear y disfrutar, si
realmente tienes el ferviente deseo de desarrollar la habilidad de
usar ORATORIA DE FUERTE IMPACTO.
¿Cuántas veces tu como oyente, durante una conferencia, has tenido
ganas de formular una pregunta y te la guardas por temor al ridículo,
al fracaso, al qué dirán, y una persona que está a tu lado la
formula, justamente, ESA... La pregunta que tu tenías en mente?
- "Maldita sea--dice tu-. Se me adelanto, justo lo que yo iba a
preguntar. Me ganó de mano. Qué persona inteligente y dispuesta,
pregunta sin importarle qué dirá el auditorio"
Realmente no es que esta persona es osada. Sencillamente tuvo auto
confianza y dominio de sus temores, aplastó el temor al ridículo y
formuló la pregunta.
Y ahora viene lo más frustrante del caso:
=> "Me parece sumamente interesante su pregunta, amigo", dice el
conferencista.
¿Cuántas veces, en una reunión de trabajo, has tenido ganas de emitir
una opinión, te la guardabas y, dos minutos después, alguien hace
justo el aporte que tu tenías en mente? Y quien formula esa opinión
es felicitado...
- "Maldita sea --se recrimina tu--... Me ganaron nuevamente".
Piensa en el respeto, el apoyo, las oportunidades que ganarás en la
medida que hables bien y produzcas un FUERTE IMPACTO en tus oyentes.
Las oportunidades están siempre presentes, lo más interesante es que
no se pierden. Si tu no las aprovechas, siempre hay otro que las agarrará.
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